Los días 16 y 17 de febrero, un grupo de directores procedentes de Bélgica visitaron los colegios de La Salle San Rafael y La Salle La Paloma para conocer de primera mano el Nuevo Contexto de Aprendizaje (NCA)

NCA es un trabajo de fondo, reflexionado a lo largo de mucho tiempo y abordado con valentía por La Salle para dar respuesta a las necesidades de nuestro tiempo. Igual que nuestro fundador supo salir al encuentro de los niños en el siglo XVII, nosotros queremos llegar hoy a quienes viven en la sociedad del siglo XXI. Los tiempos no son iguales y eso obliga a mudar la metodología, si queremos seguir inspirando y construyendo.

Los visitantes quedaron sorprendidos por la forma en que se aborda el acompañamiento a nuestro alumnado, que queda situado en el centro de toda la actividad escolar. El proyecto NCA va más allá de las distintas áreas de conocimiento, trabajando de forma coordinada y estructurada un proyecto integral e integrador que permita a las personas desarrollarse en plenitud.

Lo más interesante de la experiencia fue descubrir que apenas había habido preparación por nuestra parte (solo un cambio de orden para ajustarnos a su horario de visita) y pudieron ver la libertad con la que se usan los espacios educativos, el dinamismo de las sesiones y las diferentes formas de aprendizaje que habitualmente tenemos en el centro.

Mantuvieron finalmente encuentros con los alumnos y el profesorado, donde pudieron preguntar con libertad y obtuvieron respuestas espontáneas. Nuestro alumnado resaltó de forma natural varios de los principios de NCA, establecieron diferencias con otras metodologías e incluso mencionaron alguna pequeña dificultad y se mostraron muy conformes con el sistema a través del cual se evalúa su desempeño, implicando actividades muy diversificadas.

La experiencia resultó muy positiva para nuestros visitantes y también para nosotros. Siempre es importante exponer por qué se hacen las cosas y escuchar las virtudes que se observan. La puesta en marcha el Nuevo Contexto de Aprendizaje supone un desafío a todos y cada uno de los miembros que formamos la gran familia lasaliana. Nos desubica e interpela de forma constante, pero es un camino que recorremos juntos, apoyándonos en el valor de formar una gran comunidad.