El 25 de septiembre de 2015 en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 193 Estados miembro aprobaron una hoja de ruta que marcaría el nuevo paradigma del desarrollo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, comúnmente conocida como la Agenda 2030. Dicha Agenda se desglosó en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas centradas en erradicar la pobreza, promover la prosperidad y proteger el planeta de aquí a 2030.

Los nuevos ODS son los sucesores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) propuestos en el año 2000, y presentan una visión más amplia y completa, combinando el enfoque de combatir las desigualdades con la preocupación por el medioambiente. Además, esta nueva agenda se caracterizó por involucrar a toda la comunidad internacional en el proceso de negociación, incluyendo consultas a actores privados, académicos y ciudadanos anónimos.

En este marco y prosiguiendo con el trabajo iniciado desde hace varios años, las entidades lasalianas — Edificando CN, PROIDE, PROYDE-PROEGA, PROIDEBA, Solidarietà Internazionale (Italia), Sopro (Portugal), Semil (Francia), La Salle International (EEUU, Canadá) y PROYDE — además de SED, Proclade y Proclade Yanapay y gracias al apoyo económico de la empresa McYadra, presentamos la campaña de sensibilización anual —Plantemos las bases, sembremos futuro—en la que invitamos a reflexionar sobre un tema de interés social en particular (empobrecimiento, hambre cero, igualdad de género, educación de calidad…). Concretamente, para este curso abordaremos realidades que conciernen al ODS 7: garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna y ODS 13: adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. 

Estos ODS tienen como objetivo primordial combatir dos de los problemas más acuciantes contra los que se enfrenta nuestro planeta en la actualidad: el calentamiento global, con su consecuencia inmediata e ineludible del cambio climático, por un lado, y la utilización desmedida de energías fósiles, muy contaminantes y llamadas tarde o temprano a agotarse, por otro. Se trata de problemas que, no solo inciden en la calidad del medioambiente, sino que pueden tener y tienen consecuencias muy perniciosas tanto para las personas como para el resto de formas de vida conocidas en nuestro planeta.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático sabemos que:

– Entre 1880 y 2012 la temperatura media anual aumentó 0,85; además la producción de cereales se redujo un 5%.

– Los océanos se han calentado, la cantidad de nieve y hielo ha disminuido. Entre 1901 y 2010 el nivel del mar ha subido 19 cm.

– Se prevé que si seguimos así a final de siglo se produzca un incremento de la temperatura mundial que supere los 1,5 grados.

Por otro lado,

– 3000 millones de personas dependen de la madera, el carbón vegetal o los desechos de origen animal para cocinar y calentar comida.

– La contaminación del aire en locales cerrados debido al uso de combustibles para la energía doméstica causó 4 millones de muertes en 2012, 6 de cada 10 de estas fueron mujeres y niñas.

Parecen datos abrumadores, poner fin a las injusticias y solucionar el problema del cambio climático son objetivos a escala global muy importantes, resulta complicado pensar que podemos hacer algo, que de alguna manera podemos influir para cambiar las cosas. Pero no es así, formamos parte de la solución, realizar pequeños cambios de actitud en nuestro día a día puede marcar la diferencia si lo hacemos entre todos/as.

No olvides que, mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo.

¿Y tú, qué puedes hacer?

#reevaluar

#reconceptualizar

#reestructurar

#redistribuir

#relocalizar

#reducir

#reusar

#reciclar