Bienvenida. Abrazos. Besos, apretones de manos. Me suena esta cara, pero no recuerdo el nombre. Hace tanto que no nos vemos. Gente de cerca y de lejos, nuevos y de toda la vida. Lasalianos de todas las edades, procedencias, realidades locales y experiencias. Unidad en la diversidad, catolicidad, aunque cercada en el espacio, pero amplia en los corazones. Todos dispuestos a aportar lo mejor para ser juntos horizontes.

En presencia del Señor, le pedimos que podamos ver, con el texto del ciego Bartimeo: ver con claridad y empezar este camino acompañados de su mirada.

¡En marcha! Se abre el Foro, atentos a lo que viene desde nuestro Distrito. El Hermano José Román nos avisa de algunos riesgos y de muchas esperanzas, y nos lanza una pregunta: ¿qué comunidad necesitamos para los retos que nos vienen?

Gracias al EAS, revisamos el camino andado desde el Foro anterior: hay mucho realizado, cosas que han quedado iniciadas, pero en las que hay que profundizar, y sobre todo una memoria agradecida por la presencia de mucho trabajo y de mucha acción del Espíritu. Se empieza a mover la palabra de los asistentes, muchas veces en el tono agradecido que marca nuestro lema.

Hacemos una pausa para el café, que merecería su crónica aparte… Cuántas ideas, decisiones, intercambios se dan en los cafés. Imposible recogerlas todas, las dejamos en la intimidad de cada encuentro.

La segunda parte de la mañana nos da cuenta del trabajo realizado en la IV Asamblea de la MEL del Distrito ARLEP, que nos presenta el Hno. Jesús Félix. La riqueza vivida en ese encuentro nace de la unión de muchas voces, que se concretó en un trabajo, pero sobre todo en una palabra: PERSONAS. Todos los horizontes nacen y tienen como destino a la persona, muchas veces haciendo este camino en comunidad.

Pasamos a la presentación de los horizontes con sus objetivos y líneas de acción que se nos proponen: ¡basta de teorizar! Vamos a concretar, y la AMEL nos da un marco concreto para nuestra reflexión que vamos recorriendo, pasito a pasito, guiados por nuestro EAS, para ver el marco general de esas líneas lejanas que, como el horizonte, nunca se alcanzan del todo, pero orientan la marcha.

Terminamos la mañana: tenemos que dividirnos para hacer la reflexión por grupos según los horizontes. Y de ahí, de nuevo a compartir la mesa, momento de fraternidad.
¡A trabajar! Los grupos se reúnen, ¿qué pasará? Tendremos que esperar a mañana para ver a qué conclusiones han llegado. Pero antes hacemos una primera votación de sondeo para el Consejo de la MEL del Sector, un órgano importante en la vida y la gestión de todos, a la que sigue la votación definitiva después de la pausa café (de nuevo, con sus encuentros).