Todos los claustros de todas las Obras Educativas del Sector Madrid, de manera paralela, han realizado una jornada en torno a la Circular 475, de la esperanza al compromiso: vocaciones lasalianas en camino. Los objetivos fundamentales han sido: conocer la Circular, conectarla con nuestro Plan de Cultura Vocacional y vivir una experiencia para llegar mejor al aspecto vocacional donde hemos puesto el acento.

Es fácil encontrar sugerencias e inspiraciones en el documento del Instituto que trabajamos en esta jornada. Entre las muchas que aparecen vamos a resaltar una de ellas que sirve de fondo en este artículo: “Querríamos ver en cada obra lasaliana una mentalidad, sensibilidad y práctica educativa que ayuden a cada persona en el proceso de reconocer su vocación como el sentido de su vida. Más concretamente, nos gustaría que todas las comunidades y obras lasalianas tengan un plan de cultura vocacional que incluya a todos los lasalianos implicados y esté dirigido a todos”.

Con el telón de fondo anterior vemos la jornada dividida en cuatro escenas: acogida, seminario, experiencia y cierre. La acogida ha marcado el momento inicial en el que se han reunido los diferentes claustros, en cada obra educativa, con un tiempo de oración. En un segundo acto se ha trabajado la Circular 475, conociéndola por grupos cooperativos y compartiendo entre todos, de diferentes maneras, el mensaje vocacional al que se nos invita como lasalianos.

El siguiente momento o escena de la jornada ha sido vivir una experiencia para ayudar a conectar la Circular con nuestro Plan de Cultura Vocacional, dando sentido y unicidad a las dos cosas. El cierre propuesto ha sido la celebración a través de una danza de bendición.

Ha sido un tiempo de compartir, de sentirnos “juntos y por asociación”, un tiempo de sentirnos Red y sabernos cerca haciendo lo mismo desde diferentes puntos del Sector. Tiempo de crecer, de descubrir, de valorar, de aprender, de interrogar, de mirar hacia el horizonte, de poner énfasis en la vocación y fortalecerla o descubrirla como centro de nuestro ser y hacer cotidiano.