La curiosidad es natural en los niños, y las aulas de segundo de primaria están llenas de pequeños científicos en potencia, esperando descubrir cómo funciona el mundo.
Realizar experimentos científicos con ellos es una forma brillante de transformar su curiosidad en aprendizaje activo y significativo. Una oportunidad para fomentar su capacidad de asombro ante los fenómenos del mundo.
Para un estudiante de segundo de primaria, estas actividades permiten observar de primera mano los conceptos que están asimilando y estimula el pensamiento crítico y la capacidad de resolver problemas. De una manera sencilla se les involucra en su propio aprendizaje.
En este proyecto, NCA nos propone una serie de experimentos donde aprendemos a aplicar el método científico mediante la identificación de problemas, la observación, formulación de hipótesis, experimentación, cuantificación, etc.
En cada una de las sesiones, el alumnado trabaja un campo de la ciencia: óptica, química, fuerzas, materia, energía y máquinas.
Los alumnos deben comprobar si sus hipótesis coinciden con las conclusiones y en qué se parece la hipótesis que ellos habían formulado a la realidad.
Les ayudamos con preguntas guiadas antes, durante y después del experimento. ¿Qué creen que sucederá? ¿Por qué ocurrió eso? ¿Qué aprenderían si repitieran el experimento?. Los niños escriben en el cuaderno de proyecto sus observaciones, y así se enriquece su experiencia.
Gracias a estos experimentos, intentamos poner nuestro granito de arena para que nuestros estudiantes comiencen a dar sus primeros pasos en el camino de la ciencia.
No es Magia, ¡es Ciencia!